Arquitectos

 
 

Casa 45 – Paracas III


El fruto es el resumen del árbol,
el pájaro es el resumen del aire,
la sangre es el resumen del hombre,
el ser es el resumen de la nada.
La metafísica del viento
se notifica de todos los resúmenes
y del túnel que excavan las palabras
por debajo de todos los resúmenes.
Porque la palabra no es el grito,
sino recibimiento o despedida.
La palabra es el resumen del silencio,
del silencio, que es resumen de todo.

Roberto Juarroz


Esta casa quiere habitar en silencio el viento, y en ese esfuerzo entrelaza el vacío que su traza genera, repitiendo la experiencia hasta que deviene en los hábitos de la familia.

En la repetición de elementos arquitectónicos que se articulan y entrelazan para gestionar el espacio, los elementos arquitectónicos despliegan sus escalas y funciones. La viga, el pilar, las losa y el muro configuran la secuencia espacial de la casa, son elementos que en su desnudez muestran su presencia, construyendo su realidad tangible y arquitectónica.

Es un tejido que organiza de manera tridimensional los espacios domésticos, entrelazando las habitaciones a través de vacíos que se articulan desde un recorrido prolongado, como dilatando su tamaño y filtrando el viento.

Son síntesis arquitectónicas las que definen una cobertura ampliada que se difumina con el muro, recortándolo para permitirse una visual en diagonal, atravesando con la mirada su propia masa.
Imaginarios fabriles de un oficio que necesita la luz del cenit, desde donde se repiten elementos verticales que filtran la luz y que nos permiten la concentración.

La trama de la casa recorre 90 metros para desde el trayecto ir develando sus espacios, recodos programáticos que se intersecan y encajan desde su cobertura.

Existe el silencio entre las habitaciones, que separadas de los ambientes sociales se ensimisman en la tranquilidad del jardín que las acoge y el cielo que las contiene.

La caminata por el sendero que se marca desde una cobertura quebrada y perforada nos delimita siempre en sombra la posibilidad de los recodos más íntimos y nocturnos. Vivencias que se entrecruzan en la definición del patio, del pórtico que nos enmarca la mirada hacia el jardín del desierto, estableciendo la escala adecuada para el descanso.

Tanto el taller como el espacio social colocan sobre su cobertura líneas de luz natural desde el cenit, prolongando así la tarde de Paracas.

El umbral entre el jardín interior y la inmensidad de la bahía, nos permite alterar la percepción del cielo, es así que las rendijas van generando sombras que direccionan la mirada hacia el horizonte.

La única materialidad de la casa explora en el espacio, la escala, el recorrido y la cobertura, la sombra acompaña en todo momento a la casa y define el paso del tiempo.

Existe en todo momento una experiencia arquitectónica de fondo, que sirve para contener las cosas, las vivencias y los afectos de la familia, este marco se despliega desde sus piezas arquitectónicas, como si cada elemento fuera irremplazable.

Este proyecto intenta vincular anotaciones en relación a la síntesis de otras experiencias de diseño, que van sumándose desde otras representaciones a nuestra práctica proyectual, filiaciones que conversan con la arquitectura desde lo arquitectónico.

Son procesos que toman la posta, nunca son un origen ni un final, siempre habitan el centro del proceso, desde ideas en relación a fragmentos, intuiciones que convierten su presencia desde la materia y la forma. La casa filtra el sol, el viento, la paraca y la mirada, es una mediación entre sus habitantes y el entorno de la bahía que no es suficiente, pero siempre enigmático.

CASA 45 – PARACAS III

  • Categoría Vivienda unifamiliar temporal
  • Ubicación Distrito de Paracas, Pisco, Ica, Perú
  • Año 2022
  • Equipo Patricia Llosa, Rodolfo Cortegana, Julio Malpartida, Pedro Luna, Luis Arana